Hadas.

Al igual que la mayoría de las palabras de nuestra lengua, la palabra “hada” viene del latín. Generalmente se acepta que viene de fatum, en su forma plural fata, que significa oráculo, designando así el destino, el hado, el futuro. De fata a hada no es muy difícil rastrear su evolución. Primero evolucionó la t que, como el resto de las oclusivas sordas (p, t, k), en posición intervocálica cambió a su forma sonora d (b, d, g), quedando la palabra “fada”.

domingo, 22 de mayo de 2011

Cuentos de hadas y el conflicto existencial

El mensaje que los cuentos de hadas trasmiten a los niños, de diversas maneras son: que la lucha contra las serias dificultades de la vida es inevitable, es parte intrínseca de la existencia humana; pero si uno no huye, sino que se enfrenta a las privaciones inesperadas y a menudo injustas, llega a dominar todos los obstáculos alzándose, al fin, victorioso.
Las historias modernas que se escriben para los niños evitan, generalmente, estos problemas existenciales, aunque sean cruciales para todos nosotros. El niño necesita más que nadie que se le den sugerencias, en forma simbólica, de como debe tratar con dichas historias y avanzar sin peligro hacia la madurez.
Los cuentos de hadas enfrenan debidamente al niño con los conflictos humanos básicos. Muchas historias de hadas empiezan con la muerte de la madre o del padre; en estos cuentos, la muerte del progenitor crea los más angustiosos problemas, tal como ocurre en la vida real. Los cuentos de hadas suelen plantear, de modo breve y conciso, un problema existencial. Esto permite al niño atacar los problemas en su forma esencial, cuando una trama compleja le haga confundir las cosas. El cuento de hadas simplifica cualquier situación.


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